Así que era lógico que nos alojáramos una noche allí. Hemos aprovechado para visitar el Antelope Canyon. Antelope sólo se puede visitar con un guia oficial, en nuestro caso un guía medio apache medio español, y consiste en visitar un cañón alto y estrecho, con unas formas espectaculares.
Las fotos son suficientemente explicativas de lo espectacular que es el sitio, que se originó por un terremoto que resquebrajó una gran roca hace 15.000 años. El agua ensanchó la grieta con el paso del tiempo, hasta formar el cañón que hemos visitado.
Del Antelope al Bryce Canyon hay un par de horas en coche. Y de camino se puede visitar la presa Glen Canyon Dam que tiene poco a envidiar a la Hoover Dam, y que forma el embalse Lake Powell, con sus formas espectaculares. En este lago y sus cañones, se encuentra el inmenso Rainbow Bridge, que no hemos podido visitar por falta de tiempo, y que con sus 90m de altura, es el puente natural más grande del mundo.
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Y, por fin, el Bryce Canyon. Al igual que sucede con el Grand Canyon, cuando te aproximas, los árboles te ocultan el inmenso cañón que vas a visitar. Y de repente, cuando éstos desaparecen, te encuentras en la cima de un acantilado, con una panorámica sobrecogedora.
Si del Grand Canyon impactan sus dimensiones, del Bryce Canyon, además de sus dimensiones, impresionan las formas de los Hoodoos, columnas de rocas también conocidas como Chimeneas de Hadas, que ocupan la planicie del Cañón.
Los colores claros, las formas y dibujos de los hoodoos, los arcos y los senderos, hacen de Bryce Canyon una maravilla a la altura del Grand Canyon, o que al menos la sigue muy de cerca.
Impresiones
- Hemos podido ver bisontes! O búfalos, porque se les conoce de las dos maneras: Bisonte americano o Búfalo americano. Después de tanta ardilla, ciervo, lagarto o pájaro, es chulo ver un animal tan exótico.
- Nos hemos alojado en un motel tipo Norman Bates. Esperemos que mañana podamos escribir otra entrada en el blog...
Lo mejor/La sorpresa del dia: El Bryce Canyon y sus vistas desde el Bryce Point. La verdad es que estos días estamos disfrutando de las vistas más espectaculares del viaje. Pero con el corazón dividido, porque Antelope nos ha dejado de piedra... nunca mejor dicho...
Lo peor/La decepción: Los mosquitos del motel (fueron rápidamente aniquilados)